Días: 1/2
Presupuesto: $$$
Categoría: Cultural
San Marino no sólo es el quinto país más pequeño del mundo, sino también el más antiguo de los estados soberanos actualmente existentes. Se encuentra situado entre las regiones italianas de Emilia-Romaña y Marcas, a pocos kilómetros de la costa del mar Adriático. Dada su cercanía a Rímini, durante nuestro viaje a esta ciudad italiana costera decidimos aprovechar la ocasión para visitar San Marino. Debido a su pequeño tamaño, es posible visitar prácticamente todos los puntos más emblemáticos de este país en un único día. Aunque no es miembro de la Unión Europea ni la Eurozona, la divisa oficial es el euro. De hecho, cuenta con sus propias variedades de esta moneda.
Tras llegar a la estación de tren de Rímini desde Bolonia, fuimos a la oficina de turismo más cercana (“Visit Rimini DMC”). Allí compramos los billetes de bus de ida y vuelta para ir a San Marino con la compañía Bonelli Bus (10 euros por persona). Se pueden comprar los billetes directamente al conductor, pero recomendamos comprarlos de antemano ya que tienen preferencia para subir quienes ya lo hubieran comprado. Esperamos al bus en su parada más cercana, en la Piazzale Cesare Battisti. También es posible subir al bus en la parada del Arco de Augusto y, en los meses de verano, en la plaza Marvelli Alberto. El bus es la opción más económica para ir a San Marino, aunque también es posible contratar un taxi o un tour guiado.
El trayecto a San Marino dura aproximadamente 45 minutos. En el camino podréis observar el Monte Titano, la montaña más alta del país y en cuya ladera se sitúa la capital del país, Ciudad de San Marino. El Monte Titano tiene tres picos principales, en cada uno de los cuales hay una torre. Estas torres (llamadas Guaita, Fratta y Montale) se conocen como los tres castillos de San Marino.

Tras bajar del bus cerca de la Piazzale Marino Calcigni, comenzamos nuestra ruta por San Marino. En primer lugar, pusimos rumbo a la Piazza della Libertá. Ascendimos en zigzag por las calles de la ciudad, entrando por la puerta de San Francesco. En el camino paramos a visitar la iglesia de San Francesco, que fue construida en 1400 y es la iglesia más antigua del país. La entrada es de pago, y nosotros recomendamos comprar el boleto turístico que incluye la entrada a la mayoría de atracciones de la ciudad.
Tras visitar la iglesia, seguimos nuestro camino hacia el monumento a Girolamo Gozi, un Capitán Regente (Jefe de Estado de San Marino) que jugó un papel clave en la recuperación de la independencia de San Marino tras su breve ocupación por el cardenal Giulio Alberoni en el siglo XVIII. Desde allí continuamos por las bonitas Calle de Portanova y Vía Donna Felicissima hasta llegar a la plaza más importante de la ciudad, la Piazza della Libertá. En ella se encuentra a un lado la Parva Domus, un edificio histórico del siglo XIV, y al otro el Palazzo Pubblico, que funciona como ayuntamiento de la ciudad y sede del Gobierno de la República. En el centro de la plaza está la Statua della Libertá.
Después de tomar un delicioso chocolate caliente en la plaza, visitamos el interior del Palazzo Pubblico. Está construido sobre los cimientos del Domus Magna Comunis, otro antiguo edificio del siglo XIV. Como mencionamos antes, en él se encuentra la sede de las principales instituciones del Estado. En la Sala del Consejo Grande y General (el Parlamento de San Marino) se puede observar un gran cuadro donde se representa la aparición de San Marino a su pueblo. En el cuadro se puede leer la inscripción en latín “Relinquo vos liberos ab utroque homine“, que significa “Os dejo libres de ambos hombres”. Según la tradición, es la frase que dijo San Marino al aparecerse a su pueblo, refiriéndose al Papa y al Emperador de Roma, y que fue el fundamento para la independencia del país.
Nuestro siguiente destino fue la Basílica de San Marino, la principal iglesia católica de la ciudad. Está dedicada a San Marino, cuyas reliquias se encuentran en su interior. Por el camino pasamos por la calle Omagnano, una calle con mucho encanto. Tras acabar la visita a la basílica, pasamos por la oficina de turismo de San Marino. Aquí es posible estampar el visado conmemorativo oficial de San Marino en vuestro pasaporte, previo pago de 5 euros.
Iniciamos entonces nuestro recorrido por las Tres Torres de San Marino. Empezamos por la Primera Torre (Guaita o Rocca), la más cercana al centro de la ciudad. Esta es la fortaleza que se ve en las fotos más típicas de San Marino, sobre uno de los picos del Monte Titano. Desde sus muros se pueden obtener muy buenas vistas de todo el territorio de San Marino, siendo posible ver incluso el mar Adriático. Además, es uno de los mejores puntos para ver la Segunda Torre (Fratta) desde lejos. Se trata de la torre más antigua, construida en el siglo XI, aunque fue reconstruida múltiples veces, y su forma actual data del siglo XV.
A continuación seguimos el camino hacia la Segunda Torre, Fratta (también llamada Cesta). Fue construida en el siglo XIII sobre un antiguo fuerte romano. En su interior hay un museo en honor a San Marino donde se muestran una gran variedad de armas de distintas épocas. Además, desde esta torre se pueden tomar las mejores fotografías de la icónica torre de Guaita.
Por último, llegamos a Montale, la Tercera Torre. Se encuentra en el pico más bajo del monte Titano, y , al contrario que Guaita y Fratta, su interior no está abierto al público. También es la más moderna de las tres, construida en el siglo XIV. ¡No olvidéis hacer algunas fotos de Fratta desde aquí!
Después de acabar nuestro recorrido por las Tres Torres y disfrutar de las impresionantes vistas, regresamos al centro de la ciudad. Por el camino pasamos por delante de un pequeño restaurante llamado Strapizzati, donde se ofrecían pizzas y piadinas con muy buena pinta. Como era la hora de comer, decidimos hacer un pequeño descanso antes de seguir con nuestra visita. Pedimos dos piadinas, uno de los platos típicos de San Marino. Estaban deliciosas, y el precio es muy barato (unos 2-3 euros por piadina o porción de pizza).
Tras esta breve parada, continuamos hacia el Museo Estatal de San Marino, situado en el Palazzo Pergami Belluzzi. Por el camino, pasamos por delante del busto a Giuseppe Garibaldi, un general histórico que jugó un papel clave en la unificación de Italia. En el museo se pueden ver una gran variedad de objetos de interés arqueológico, histórico o artístico relacionados con San Marino y su historia. Entre ellos, se encuentra una montura de oro del tesoro de Domagnano, un conjunto de joyas de los siglos V o VI encontradas en San Marino. Se cree que pertenecieron a alguna princesa ostrogoda, y la mayor parte del tesoro está actualmente en el Museo Británico de Londres y el Museo Nacional Germánico de Núremberg.
Finalmente, nos dirigimos hacia la Cava dei Balestrieri, un espacio donde se llevan a cabo diferentes espectáculos y festividades a lo largo del año, como festivales medievales. Nosotros nos encontramos con una feria de artesanías en ese momento. Después de pasear entre las distintas tiendas y los jardines del parque Giardino dei Liburni (donde se encuentra una peculiar fuente con una gran bola de mármol), volvimos a la Piazzale Marino Calcigni para coger el bus de vuelta a Rímini y terminar así nuestra visita a este pequeño pero bello país.
Resumen de lugares visitados
- Iglesia de San Francesco
- Monumento a Girolamo Gozi
- Piazza della Libertá
- Palazzo Pubblico
- Basílica de San Marino
- Primera Torre (Guaita)
- Segunda Torre (Fratta)
- Tercera Torre (Montale)
- Busto a Giuseppe Garibaldi
- Museo Estatal de San Marino
- Cava dei Balestrieri
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